Echemos la vista atrás …?
El Mentoring se originó en la antigua Europa, a partir de la época de la civilización griega.
Es en la obra “Odisea” de Homero donde nace el término de mentor como aquel personaje (así se llamaba, “Méntor”) que ayuda a Ulises cuando este se ausenta de su reino debido a la guerra de Troya. Su principal cometido era la educación, en el arte del buen gobierno y la vida, de su primogénito Telémaco.
Los 20 años que Ulises pasa lejos de su hogar dan tiempo de sobra a Telémaco para formarse como futuro rey gracias a los sabios consejos de Méntor.
Es por ello, que hoy llamamos mentor a aquella persona que aconseja o guía y que nos puede enseñar algo que nosotr@s, por nuestra menor experiencia en ese campo, no sabemos aún.
En aquella época, lo más razonable era aprender con las personas ancianas que poseían la sabiduría. Seguro que te viene a la cabeza esa escena en la que una persona de avanzada edad tenía a su alrededor varios jóvenes que escuchaban atentamente sus enseñanzas.
Personajes como Alejandro Magno, la madre Teresa de Calcuta u otros más cercanos al mundo empresarial (y a nuestros tiempos), como Christian Dior, Steven Spielberg, Bill Gates o Steve Jobs, tuvieron mentores en determinados períodos de sus vidas.
Fue en 1970 cuando se extendió la figura del Mentoring a EEUU gracias a las escuelas de gestión, economía y ciencias humanas, con el objetivo de desarrollar carreras profesionales.
Hasta el presidente Barack Obama declaró en el “National Mentor Month” en enero de 2016 que se trataba de una herramienta muy útil en manos de una ciudadanía corresponsable, implicada en transmitir valores y crear modelos y referentes válidos para la mejora y el bienestar de sus conciudadanos, particularmente los jóvenes.
Siendo el Mentoring una herramienta con tanta historia, sigue sorprendiendo su dinamismo, aceptación y rápida evolución corporativa en los últimos años, principalmente en EEUU e Inglaterra.
Mucho ha llovido desde entonces, y aunque el Mentoring ha ido evolucionando en los últimos tiempos, lo cierto es que mantiene su esencia: aprender directamente a partir de otras personas a quienes respetan o admiran.