Tan importante es saber qué es Mentoring, como lo que no es, o lo que no implica. Hay 5 cosas que podemos decir que no se corresponden con una relación de Mentoring:

 

Mentor@ no es coach

En un escenario de entrenamiento, el aprendizaje es dirigido por coaches en lugar de l@s aprendices. Dentro de una relación de mentoring, corresponde al mentee cultivar e impulsar la relación. Generalmente, se contrata a un@ coach para ayudar con un problema particular, por lo que se orienta más a las tareas. Por el contrario, el mentoring se centra en las relaciones.

 

La mentoría no requiere un esfuerzo ….

Falso. La relación de mentoring requiere un compromiso y esfuerzo consciente de sus protagonistas: mentor@ y mentee (y coordinador@ del programa, si lo hubiere). Sólo de esta forma, se pueden esperar resultados positivos. Los programas deben implicar un establecimiento de metas iniciales, constancia y comunicación frecuente.

 

El mentoring no es una terapia.

Un@ mentor@ no es terapeuta. Si bien, un@ gran mentor@ ayudará con asesoramiento en situaciones profesionales difíciles (y potencialmente personales) como luchas y problemas laborales, es importante no tratar a un@ mentor@ como un@ psiquiatra.

 

La relación de Mentoring no es unidireccional.

Históricamente, el mentoring ha sido un asunto bastante jerárquico. A medida que el mundo evoluciona, el mentoring también. Actualmente, podemos decir que se trata de una relación bidireccional, es decir, tanto mentee como mentor@ encuentran beneficios en su relación independientemente de la generación y del cargo. Se apoyan entre sí. Ambos tienen información valiosa para compartir.

 

El Mentoring no es la panacea.

L@s mentor@s están para guiar y ayudar a las personas, pero depende de cada individuo tomar este consejo, guía y conocimiento, y aplicarlo a sus propios esfuerzos a través del establecimiento de tareas y objetivos y la actividad en general. Este es el secreto: implicación, querer cambiar y progresar.

 

Un gran programa de mentoring impulsa el talento y ayuda a alcanzar objetivos profesionales y personales. Es un componente de una gran cultura que apuesta por el desarrollo. Si se dan los ingredientes adecuados, podemos conseguir cosas increíbles que nos harán brillar.