La conexión emocional con el mentee es importante para fortalecer vuestro vínculo, ¡desarrolla esta habilidad!

 

La empatía es uno de los ingredientes principales para el éxito de una pareja, tal y cómo demuestran numerosas investigaciones. La empatía nos permite acercarnos mucho más al otro, ponernos en su piel, y desde ese entendimiento, acompañarlo en los buenos y malos momentos. Pues bien, como si de una relación amorosa se tratase, una pareja mentor-mentee no puede avanzar hacia buen puerto sin este ingrediente fundamental.

¿Por qué es tan importante poner en marcha la empatía durante un proceso de mentoring? Como mentor@, debemos dedicar importantes esfuerzos a crear una relación de confianza con nuestro mentee, y esa confianza se construye fundamentalmente cuando mostramos un interés genuino y auténtico por entender sus circunstancias, sus razones, sus intenciones, sus emociones, etc. Pero la empatía no debe mostrarse sólo cuando él mentee nos manifiesta un problema, un momento bajo, o un fracaso. La empatía debe estar muy presente en momentos de logro, de celebración y de júbilo. Es en esos momentos, precisamente, cuando más nos apetece compartir la alegría y el orgullo, y cuando la ausencia del otro, en caso de que se produzca, se hace más patente. Hacer uso de la empatía cuando el mentee está experimentando emociones positivas, hace crecer la relación, igual que ocurre en las relaciones románticas ?.

¿Cómo podemos conectar emocionalmente con el mentee? Aquí te dejamos algunos tips para conseguirlo:

  • Aprende a leer sus claves: Esfuérzate en percibir las emociones y las señales físicas y verbales de la otra persona, para entenderle mejor. Ten en cuenta que las acciones de los demás suelen tener muchos posibles motivos, no te dejes llevar por tus primeras interpretaciones. Si es necesario pregunta abiertamente, pero evita los juicios. Cuando te conteste, fíjate en el lenguaje corporal y el comportamiento, para comprobar la congruencia con lo que te cuenta.
  • Comunícate emocionalmente. Tanto si lo que tu mentee te está contando es algo positivo como negativo, pregunta por sus emociones: ¿qué sintió?, ¿cómo lo ha vivido?, no te quedes en la superficie, ni te pierdas en los meros hechos. Si recoges sus emociones estarás un nivel más profundo y empático de la comunicación.

 

  • Comparte tus emociones: La habilidad de expresar las emociones es esencial para mantener relaciones cercanas y constructivas, además nos ayuda a responder positivamente cuando otras personas hacen lo Compartir tus propias vulnerabilidades contribuirá a que tu mentee se abra más y se generen conversaciones de gran riqueza.

 

  • Dedícale toda tu atención, aunque tengas muchos frentes abiertos. Visto así parece sencillo, ¿verdad? podemos pensar “voy a centrarme en mi conversación con el mentee”, pero esto no es tan fácil de Según sostiene Gloria Mark, profesora de la Universidad de California, la atención del ciudadano del siglo XXI cambia cada 3 minutos. Nuestra atención oscila de la bandeja de entrada del correo a un informe, a nuestro teléfono móvil, ordenador, redes sociales, conversaciones, etc. Está claro que en una reunión con tu mentee no vas a ponerte a leer emails, pero con altas probabilidades tu mente viajará hacia el pasado inmediato (lo que tenía que haber hecho hoy, y no hice, el “encontronazo” que he tenido con fulano, etc) o anticipará el resto de la jornada (lo que debo hacer al terminar la reunión, ese mensaje urgente que dejé sin responder, el recado que tengo que hacer hoy sin falta, etc). Seguro que esto te suena más, ¿verdad? Pues bien, practicar el “aquí y el ahora” con tu mentee será un gran entrenamiento para ti como persona, pues rápidamente irás percibiendo los beneficios de lo que se conoce coloquialmente como “abrir un sólo melón cada vez”, es decir, ocuparse de lo que tenemos delante en el momento presente, beneficios que no sólo impactan en la relación mentor-mentee, sino en tu propio bienestar.